domingo, 28 de diciembre de 2014

¿Ciudades ideales o impersonales?

Hace unos cien años desde que llamaron loco a Le Corbusier por querer transformar la antigua París en una ciudad moderna y contemporánea con el Plan Voisin. A éstos mismos les tachamos hoy día de hipócritas por ser ellos mismos los ingenuos que pensaban de estos proyectos como imaginarios. No hay que echarse la vista muy atrás para ver en marcha proyectos de ciudades utópicas ideales actuales como es el caso de la ciudad Masdar en los Emiratos Árabes  llevada a cabo por Foster+Partners que paradójicamnete afirma será la primera ciudad autosuficiente y ecológica del mundo.




Pero, ¿es posible que exista una ciudad ideal o como se decía hace un siglo utópica? Para ello definiremos utopía, cuyo término hace referencia a un lugar maravilloso donde existiría una organización perfecta. Esta definición nos hace preguntarnos, ¿existe la perfección objetivamente? Y, ¿es posible que un grupo  de arquitectos e ingenieros puedan diseñar una ciudad para millones de personas con diferentes aficiones y gustos? Si se lo preguntásemos a los diseñadores de planes tan disparatados como ‘Germania’, ‘Futuro Madrid’ o al mismo Le Corbusier, obtendríamos rotundamente y sin reparos un sí por respuesta. A continuación se analiza algunos proyectos de ciudades ideales que no tuvieron éxito.

Plan Voisin

Patrocinado por la firma de coches Voisin, Le Corbusier quería hacer de Parías una ciudad desfragmentada y menos densa en su núcleo.  En su lugar colocaría 24 torres cruciformes de unos 180 metros de alto, ciudad de calles reticuladas, enormes manzanas de ángulos rectos con zonas verdes  y el aeropuerto presidiendo la ciudad. Sólo conservaría algunos monumentos como Notre Dame, el Arco del Triunfo, la basílica del Sacré Coeur y la Torre Eiffel. De haberse llevado a cabo esta exterminación de la trama urbana París sería una cosa así:




Demasiada organización para mi gusto, qué sería de París sin sus calles, sus rincones y gente tan desperdigada que tuviera que utilizar el coche en todo momento y sobre todo con un aeropuerto en el centro; perdería todo su encanto.A planes como este se suma, ‘Germania’ el cual tuvo demasiados problemas de espacio y fallo de cálculos en lo que a construcción respecta fue parado antes de cometer tal atrocidad.

Plan Germania

Consistía en la demolición prevista por Hitler del viejo Berlín para dar paso a una ciudad basada en sus ideales, realzando la ciudad con una intimidante cúpula de tamaño descomunal.  Albert Speer fue quien llevo a cabo sus locas ideas. El plan consistía en la exaltación al partido nazi, meter miedo a los ciudadanos ante las inmensas murallas de piedra de tal manera que ciudadanos acataran sin pudor las leyes establecidas.
Speer diseñó un plan urbanístico de 40 x 48 kilómetros, que pretendía renovar la capital alemana. Entre los proyectos de “Germania” se encontraba un arco de triunfo de 117 m de altura y una gran calle para desfiles de 5 kilómetros de largo y 120 metros de ancho, proyecto inspirado en los campos elíseos de París, pero que triplicaba sus dimensiones...

El centro lo formaría un edificio llamado "Sala del pueblo" que estaría coronado por una cúpula de 200 metros de altura y 250 metros de diámetro, dieciséis veces más grande que la cúpula de San Pedro en Roma.
Otras ideas planteaban la construcción de un museo nacional (aproximadamente el doble del Louvre), el Soldierhalle en honor a los soldados alemanes.
La excesiva exaltación a los ideales nazis y la descomunal proporción de los edificios que albergarían a ‘pinipons’ no a personas y sobre todo el comienzo de la guerra en 1939 hicieron que la ciudad ideal para Hitler no se acabase.




Sin embargo no hay que remontar muchos años atrás para encontrar ciudades sin forma que se han desarrollado en menos de 10 años. Hablo de ciudades como Brasilia, Las Vegas, Abu Dhabi o incluso la capital india  Chandigarh, en la que sí tuvo éxito los ideales del suizo Le Corbusier. Todas éstas tienen algo en común al igual que los proyectos descritos, son modernas, innovadoras y todas construidas a base de cánones de belleza constructiva en lo que las necesidades de la gente se han dejado excluidas. En lo que a mi respecta son ciudades comerciales, impersonales, párense a pensar ¿debe la gente adaptarse a la ciudad o es la ciudad la que ha de ser construida a partir de las necesidades de la gente? ¿Cuál es el concepto que tenemos por ciudad? Lo que hace que una ciudad sea ciudad es su historia, sus monumentos,calles y personas que le dan la forma y crean sus necesidades de infraestructuras. Grandes pensadores han considerado a la ciudad la base donde se asientan las personas, una ciudad mal organizada contribuye a personas caóticas y es que a mi modo de ver las personas son las que hacen ciudades y a su misma vez arquitectura; sin personas no hay y ciudad, a su misma vez sin ciudad no habría arquitectura.


sábado, 27 de diciembre de 2014

¿Arquitectura vs. Ingeniería?



En estos tiempos que corren, los de nuestra especie estamos viéndonos amenazados poco a poco  por otra profesión o con otras palabras… “necesitamos ingenieros” para llevar a cabo ciertos proyectos de gran envergadura. Nuestros trabajos hoy en día parecen haberse convertido el mismo. Mirando hacia el futuro, ¿la nueva generación de arquitectos debería tomarse esto como una ayuda? ¿Somos amigos o enemigos?


Si volvemos al pasado, la Arquitectura como sabemos siempre ha sido utilizada como símbolo de poder por la gente más rica y las naciones, las exposiciones universales se convirtieron en el escaparate perfecto para mostrar al mundo la arquitectura más vanguardista y atrevida de la que el país anfitrión era capaz. Como fruto de este contexto surgieron obras de arquitectos e ingenieros históricamente tan relevantes como la Torre Eiffel en París en el 1889 o el ya destruido Crystal Palace en Londres en el 1854. He ahí el inicio de este debate conceptual, ¿cómo distinguir arquitectura de ingeniería hoy?

La arquitectura es definida como: Arte y técnica de diseñar, proyectar y construir edificios y espacios públicos, "la arquitectura es considerada una de las bellas artes" o como: Técnica y estilo con los que se diseña, proyecta y construye un edificio o un monumento. Definimos también ingeniería: Arte y técnica de aplicar los conocimientos científicos a la invención, diseño, perfeccionamiento y manejo de nuevos procedimientos en la industria y otros campos de aplicación científicos. Personalmente creo que debería ser más la disitnción...



 Este tema viene a estar "de moda" ahora debido a cierta ley de Servicios Profesionales que ahora vuela por el aire aterrorizándonos a nosotros, los arquitectos, más otras que existen desde hace tiempo, es bastante cuestionable. Los ingenieros (no todos...supongo) parecen querer ser arquitectos además de ingenieros, ¿no tienen bastante con una sola profesión? ¿Acaso nosotros pedimos hacer puentes o embalses? Pongamos un ejemplo, ¿qué os parecería si un enfermer@ hiciera el trabajo de un médic@? Estoy segura de que la gran mayoría se echaría las manos a la cabeza, no tienen la misma formación. Pero, una cosa no quita la otra... un hospital los necesita a ambos, como un equipo que trabaja unido. Todos los proyectos de arquitectura tienen dos fases. La primera fase, es subjetiva, artística. La segunda es objetiva, científica, técnica. Si falla la primera fase no es arquitectura, si falla la segunda el edificio se cae, no es rentable, no se contruye... 

 Trasladémonos a un estudio de arquitectura, a cualquiera de los millones que habrá en el mundo… ¿en cuál no hay un “calculista” o ingeniero? Un buen ejemplo es el grandioso estudio de “Foster and partners” que se describe a sí mismo como: “estudio internacional de arquitectura, planificación, ingeniería y diseño establecido en 1967 por el fundador y presidente, Norman Foster”. La guerra no parece ser tanta entre nosotros al fin y al cabo, trabajamos bastante bien juntos... ¿Por qué no seguir así?




 Si echamos un ojo a nuestro alrededor, frente a nuestros conflictos legales parecemos estar más unidos que nunca, ingeniería y arquitectura son fieles compañeras desde siempre. Ciudades enteras son y han sido creadas de la mano de ambas profesiones trabajando en equipo, el ingeniero y el arquitecto en simbiosis total. 



El arte complementado con la técnica da lugar a obras jamás imaginadas en los inicios de la arquitectura, por lo que… ¿qué más da de quien sea la firma?



viernes, 26 de diciembre de 2014

FIBES I, FIBES II, ¿Universos distintos?


Si algún sevillano no conoce Fibes, tiene un gran problema. Para todos los demás, se encuentran ante el conocido como “Palacio de Exposiciones y Congresos” de la capital hispalense. Algunos se preguntarán ¿cuál de ellos? Pues bien hace un par de años acabaron las obras de ampliación comenzadas en 2008, del construido casi veinte años antes, con el que nada tiene que ver.


El Palacio de Congresos pionero, proyectado por Antonio Sáseta Velazquez y construido en 1989, se hizo como un edificio de ladrillo con una gran cúpula del que manan tres grandes naves. Es considerado como una obra de arquitectura sincera, ya que desde casi cualquier punto se puede observar el conjunto de la obra tal y como es.


Su acceso viene dado a través de una gran plaza semicircular de unos dos mil metros cuadrados, la cual se encuentra rodeada de cascadas y láminas de agua. Esta superficie se reparte en tres pabellones de 7.200 metros cuadrados cada uno, que conectan con el complejo de congresos a través de varias galerías. El recinto cuenta con varias zonas exteriores, como la plaza de entrada y los dos triángulos o áreas de exposiciones exteriores.



El nuevo Fibes o Fibes II, construido hace un par de años y diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra se levanta al exterior con una gran fachada de cristal que contrasta con los muros de ladrillo visto del primer palacio de congresos. Tiene planta en forma de L, donde uno de los brazos se sitúa paralelo al tercer pabellón de los existentes, y el otro ocupa la nueva parcela. Formado por una estructura estratificada, permeable y transparente, transitada por un espacio fluido y continuo, cruzada por pasarelas, rampas y escaleras, y donde el jardín interior juega un papel activo en la organización del espacio, facilitando la orientación del usuario.


Además ha de mencionarse que gracias a su monumental auditorio que posee unas 3.500 butacas, se ha alzado como él más grande de España.


Dejando a un lado la funcionalidad de ambas construcciones, vemos que nada tienen que ver el uno con el otro. El primer palacio de congresos utiliza recursos como el ladrillo, carpinterías más clásicas en rojo, juega con el agua en una llamativa entrada y un elemento que podemos considerar principal que es una gran cúpula de 25 metros de altura. En general es un espacio mucho más clásico y con unas proporciones y una geometría más cuidada y tonos cálidos. Mientras la ampliación es un espacio que podíamos considerar casi de futurista, con un gran uso de materiales metalizados como el aluminio y un tratamiento bastante particular de la luz, que según el arquitecto es la inspiración principal del proyecto. Son lugares totalmente antagónicos y parece casi una broma que se encuentren pegados y que formen parte de lo mismo.



Galerías de Fibes I
En un momento dado puede que se formen espacios interiores con características muy diferentes y atractivas, aunque desde mi punto de vista son mas interesantes los de la ampliación de Vázquez Consuegra (pese que una parte de la ampliación la conozco mediante fotos) debido a las formas irregulares que se forman. Sin embargo mucho más fríos y que casi restan protagonismo a cualquier exposición.


Foto de uno de los auditorios y una galería de Fibes II

Exteriormente es un horror el contraste que forman, resulta casi como ver la iglesia de Santa Sofía junto al museo Guggenheim de Frank Gehry, y ya no solo visto desde el punto de un estudiante de arquitectura, sino desde una persona que pasa junto a esta zona a diario. No hay ningún nexo entre ambos siendo espacios con una misma función y en un mismo lugar, algo verdaderamente chocante. Posiblemente si no pusiera Fibes en los dos, la gente pensaría que no tienen nada que ver.

En cuanto a las plantas, para variar, son totalmente opuestas, mientras el primer Fibes se compone de formas geométricas simples, y posee un eje de simetría, la ampliación es mucho más compleja e incluso algo caótica, tanto que no se a simple vista resulta imposible reconocer una geometría. Vemos piezas compuestas por muchos elementos como trapecios, triángulos, rectángulos, etc. 




En este plano de la planta se observa la curiosa mezcla.


Una de las cosas más llamativas es que entre ambas construcciones hay a penas veinte años de diferencia, ¿se ha quedado anticuada la arquitectura del primer palacio de congresos? Porque desde luego es bastante más clásico que la ampliación. O enfocándolo desde otro punto, ¿se ha planteado en algún momento Guillermo Vázquez Consuegra lo primordial al empezar el proyecto, es decir, el emplazamiento de este? Porque indudablemente es un buen proyecto, se crean espacios interesantes donde la luz cobra un gran protagonismo y zonas de intermediación entre interior y exterior, pero ¿ese era el sitio?



Lo que resulta verdaderamente un espanto es el coste de este espacio, el cual fue aproximado a inicios de la construcción en 66 millones de euros y casi se duplicó. Pero lo que resulta aun peor es la idea de que se construyera en Sevilla donde aun a día de hoy continua una de las crisis económicas mas fuertes de las últimas décadas. Familias que viven en la calle y comen en comedores sociales, pero que pueden PRESUMIR de vivir en la ciudad que se propone ser la tercera ciudad española con mayor número de congresos.

Ante este sobrecoste, el arquitecto ha defendido su obra y ha asegurado que "toda la inversión que se ha hecho esta aquí, empleada" y que el edificio se ha construido "sin el más mínimo despilfarro económico".

Pero no es de extrañar, recordemos que pasó algo similar hace relativamente poco tiempo en el proyecto “Metropol Parasol” donde los costes se acercaron a 110 millones de euros, con un presupuesto inicial de 51, sin lugar a dudas uno de los parasoles mas caros de la historia... Atracos a mano armada donde todos pillan “cacho” menos los obreros, algo que en España ya es de lo más habitual.









Arquitectura, Moda y Decadencia





Son consideradas como dos de las artes más potentes, teniendo en cuenta que inundan nuestras vidas. Pero al igual que cualquier cuadro o escultura no por el hecho de serlo constituyen arte, sin lugar a dudas aquí pasa exactamente lo mismo. Sin embargo son más cercanas. Resulta casi impensable dar un paseo sin tener en cuenta el entorno o vestirte sin atender lo que te pones, por poco que sea el entusiasmo que pongas. Todo el mundo tiene una opinión de la moda y la arquitectura, de lo que nos parece sugerente o nos transmite algo, dependiendo de parámetros estéticos y culturales. No todo el mundo entiende un Picasso, aunque si le preguntas a cualquier sevillano te dará su opinión sobre el “Metropol Parasol” conocido como “las setas de la Encarnación” o sobre la ampliación Palacio de Congresos.

La relación moda-arquitectura es intensa, ambas han sido capaces de apropiarse de las características de la otra disciplina, ya que comparten entre otras cosas el revestimiento de un cuerpo. Tanto arquitectos como diseñadores de indumentaria construyen para y alrededor de un cuerpo respondiendo a sus necesidades y al entorno.





En cuanto a la moda, puede ser algo que nos defina como personas, como ser, que remarque nuestra individualidad, pero sobretodo es una de las principales fuentes de expresión, con la que nos exponemos al mundo. Supone nuestra manera de mostrarnos ante los demás.

Sin embargo la arquitectura es algo más complejo de definir. Es más, cada uno tenemos nuestro propio concepto de ella. La arquitectura es habitar, son sensaciones al percibir lo que nos rodea, es la técnica y el estilo de proyectar, etc. Podemos verla, sentirla, tocarla. Puede ser efímera, temporal, móvil, estática, adaptable… pero al fin y al cabo, en mi opinión la arquitectura más importante en nuestra vida es la de nuestro propio hogar.

Atendiendo a los procesos de creación también vemos múltiples similitudes en cuanto a inspiraciones para proyectar. Un ejemplo de ello lo encontramos en el propio Frank Gehry, el cual afirma haberse sentido inspirado por colecciones de Issey Miyake (diseñador que obtuvo un gran reconocimiento en los años 80 por crear tendencia con la deconstrucción de plisados). O la propia Coco Chanel afirmaba “La moda es como la arquitectura, se trata de una cuestión de proporciones”.






Actualmente vemos una mayor preocupación por parte de los diseñadores en la manera mostrarse al público y vemos tiendas diseñadas por Rem Koolhaas, como la de Prada en Nueva York, o la de Marc Jacobs en Tokio diseñada por Jaklitsch y Gadner, mostradas en las siguientes fotografías.



Tanto en arquitectura como en moda, observamos infinidad de estilos creativos, dando juego a las formas, volúmenes y destacamos que priman características como la estética, aunque no queden exentas la comodidad y funcionalidad (o al menos normalmente). En ambos casos dejamos que sean ¨profesionales¨ los que nos resuelvan el problema, pues casi nadie se diseña su ropa ni proyecta su casa.

A pesar de que ambas disciplinas estén tan en conexión con el concepto del diseño y a la vez con el ser humano y con nuestra necesidades; en el panorama actual, son tratadas de manera frívola. En mi opinión sale peor parada la arquitectura. Sabemos que la moda es un negocio, ya que todos contribuimos a su crecimiento. Es más que un negocio, es una de las mayores industrias de la actualidad, pero al fin y al cabo tenemos posibilidades de adquirir ropa que nos guste ya sea reutilizándola, reciclándola, customizándola etc, Pero no podemos modificar el volumen ni la estructura de nuestra casa, o al menos de manera general.



Si no hay dos personas iguales, ¿por qué se construyen viviendas en serie donde priman valores de todo tipo excepto los ligados a la comodidad y al habitar? De manera general la arquitectura se impone si tus recursos son escasos. En la moda la puedes elegir, puedes decidir que ponerte o como definirte, sin necesidad de gastar mucho dinero. Pero con la arquitectura no… La gran mayoría de gente vive en viviendas de reducidas dimensiones, las cuales que han sido copiadas un número limitado de veces, y en ocasiones inhabitables. Bueno, en el panorama actual debes considerarte todo un afortunado si consigues “vivir” en uno de estos destartalados espacios. 

De aquí parte el espeluznante concepto de “barrio”, donde a un grupo de señores arquitectos y promotores inmobiliarios se les ocurrió la brillante idea de diseñar un edificio optimizando sus costes y dejando completamente de lado las necesidades de sus futuros residentes así como la estética, es decir, dejando de lado la arquitectura, y luego copiarlo una y otra, y otra, y otra… vez. En Sevilla al igual que en todas las ciudades de España encontramos muchos de estos casos, como “San Pablo”, “El parque Alcosa” o “Pino Montano”, donde los edificios constan de un número determinado de forjados colocados paralelamente a como mucho 2.7 metros. Un barrio empieza y acaba cuando los edificios dejan de ser iguales, al menos aparentemente porque suelen carecer parcial o totalmente de arquitectura.





En imágenes como las superiores vemos que lo único artístico de estos edificios son los murales que se encuentran en sus fachadas, porque desde luego su estética deja bastante que desear. Pero no importa porque pese aunque en estos tipos de edificios vivan miles de personas, existe una minoría que ha salido bastante bien parada obteniendo cuantiosos beneficios (nótese la ironía).

Por lo tanto sí, podemos afirmar que la arquitectura y la moda comparten numerosas similitudes como objetivos, metas, procesos creativos, estilos, inspiraciones, etc. Pero puede que ambas cada vez mas sujetas al concepto de industria y alejadas de sus principios. Si miramos a las calles, ¿cual es el porcentaje de arquitectura que apreciamos? ¿Podríamos pensar o incluso afirmar qué sea el dinero uno de los factores principales que contribuyen a esta decadencia? O es que tenemos que diferenciar arquitectura y moda en dos grupos, es decir, el grupo que los entiende como industria y el que lo hace como arte. Desde mi punto de vista creo que desgraciadamente no hace falta ir muy lejos para descubrir que quizás gane por goleada el entendido por industria.