Su acceso viene dado a través de una gran plaza semicircular de unos dos mil metros cuadrados, la cual se encuentra rodeada de cascadas y láminas de agua. Esta superficie se reparte en tres pabellones de 7.200 metros cuadrados cada uno, que conectan con el complejo de congresos a través de varias galerías. El recinto cuenta con varias zonas exteriores, como la plaza de entrada y los dos triángulos o áreas de exposiciones exteriores.
El nuevo Fibes o Fibes II, construido hace un par de años y diseñado por el arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra se levanta al exterior con una gran fachada de cristal que contrasta con los muros de ladrillo visto del primer palacio de congresos. Tiene planta en forma de L, donde uno de los brazos se sitúa paralelo al tercer pabellón de los existentes, y el otro ocupa la nueva parcela. Formado por una estructura estratificada, permeable y transparente, transitada por un espacio fluido y continuo, cruzada por pasarelas, rampas y escaleras, y donde el jardín interior juega un papel activo en la organización del espacio, facilitando la orientación del usuario.
Además ha de mencionarse que gracias a su monumental auditorio que posee unas 3.500 butacas, se ha alzado como él más grande de España.
Galerías de Fibes I |
Foto de uno de los auditorios y una galería de Fibes II
Exteriormente es un horror el contraste que forman, resulta casi como ver la iglesia de Santa Sofía junto al museo Guggenheim de Frank Gehry, y ya no solo visto desde el punto de un estudiante de arquitectura, sino desde una persona que pasa junto a esta zona a diario. No hay ningún nexo entre ambos siendo espacios con una misma función y en un mismo lugar, algo verdaderamente chocante. Posiblemente si no pusiera Fibes en los dos, la gente pensaría que no tienen nada que ver.
En cuanto a las plantas, para variar, son totalmente opuestas, mientras el primer Fibes se compone de formas geométricas simples, y posee un eje de simetría, la ampliación es mucho más compleja e incluso algo caótica, tanto que no se a simple vista resulta imposible reconocer una geometría. Vemos piezas compuestas por muchos elementos como trapecios, triángulos, rectángulos, etc.
Lo que resulta verdaderamente un espanto es el coste de este espacio, el cual fue aproximado a inicios de la construcción en 66 millones de euros y casi se duplicó. Pero lo que resulta aun peor es la idea de que se construyera en Sevilla donde aun a día de hoy continua una de las crisis económicas mas fuertes de las últimas décadas. Familias que viven en la calle y comen en comedores sociales, pero que pueden PRESUMIR de vivir en la ciudad que se propone ser la tercera ciudad española con mayor número de congresos.
Ante este sobrecoste, el arquitecto ha defendido su obra y ha asegurado que "toda la inversión que se ha hecho esta aquí, empleada" y que el edificio se ha construido "sin el más mínimo despilfarro económico".
Pero no es de extrañar, recordemos que pasó algo similar hace relativamente poco tiempo en el proyecto “Metropol Parasol” donde los costes se acercaron a 110 millones de euros, con un presupuesto inicial de 51, sin lugar a dudas uno de los parasoles mas caros de la historia... Atracos a mano armada donde todos pillan “cacho” menos los obreros, algo que en España ya es de lo más habitual.
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